07 julio, 2010

Astronomía playera

De las cosas que más me gusta hacer en la vida es ir a acampar a la playa... como las de Guerrero, Oaxaca y Michoacán y otras tantas de la costa del Pacífico, donde el arena y la brisa son suaves con la piel. Es en la playa donde mejor brota mi espíritu científico y donde mejor entiendo lo que es la astronomía. Si lo piensa uno con detenimiento se dará cuenta de que en la playa se habla constantemente de esta ciencia porque todo el tiempo estamos mirando el cielo, las puestas de Sol, el lejano horizonte, la subida de la marea y los colores del amanecer, y estamos al pendiente del paso del Sol del Este al Oeste, del movimiento de las sombras, de la Luna y de los astros.

Cuando los campistas de alguna enramada organizan fogatas en la noche, los más románticos se alejan un poco del brillo del fuego para desencandilar las pupilas y poder ver las estrellas y el reflejo de la Luna en las olas del mar, se acuestan sobre la arena y presumen reconocer alguna constelación. Alguno encuentra el planeta Marte gracias a su color rojo; otro explica las fases de la Luna, los enamorados buscan ver algún cometa o estrella fugaz, varios más ubican la estrella Polar, y todos nos hacemos de una u otra manera las mismas preguntas que los grandes sabios han ido respondiendo a lo largo de los siglos. ¿Por qué la noche es negra? ¿Qué serán las estrellas, y cuántas hay? ¿A qué distancia están? ¿Habrá vida en otros mundos?...

Los que son muy aficionados a la astronomía suelen cargar con telescopios, brújulas y localizadores (GPS), y son los más populares en las noches de cielo claro pues todo mundo quiere ver las maravillas escondidas en el universo como nebulosas y cúmulos. Estos instrumentos permiten ver más y más lejos, ubicar nuestra posición en la Tierra y contestar muchas de las preguntas que surgen naturalmente en las pláticas playeras.

Para los navegantes, los exploradores y los geógrafos conocer el cielo es conocer la Tierra y nuestra posición, pues es muy útil para hacer mapas y corregir el rumbo de las embarcaciones. Los que hacen astronomía piensan constantemente en estas cosas y en muchas más; estudian la geometría de la Tierra, la física de la luz, la mecánica celeste, la gravedad de los cuerpos; en la ubicación, composición y movimiento de los astros e investigan las causas de todos estos fenómenos que fácilmente se observan en el mar.

Publicado en la Revista De veras?
Del COMECyT

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Si, probablemente lo sea

Anónimo dijo...

Buen articulo, estoy de acuerdo contigo aunque no al 100%:)