Hubo grandes avances durante el último año y medio en el jardín de la azotea. El vecino de arriba, quería impermeabilizar el techo por temor a tener goteras en la pasada temporada de lluvias. Pero el impermeabilizante es horrible como piso, chicloso y caliente, así que decidimos poner una loseta.
Yo quería una loseta que semejara piedritas y de patrón irregular para darle textura y movimiento al espacio. De todos los modelos, elegimos finalmente el más económico, a $89 el metro cuadrado, que vendían en una tienda de la Av. División del Norte. Poner la loseta resultó de un costo menor a impermeabilizar y como nos fijamos en utilizar un excelente pegamento, y mantener la caída de agua, poner piso resultó un mejor impermeabilizante. Además, levantó muchísimo el sitio. Lo volvió mucho más ameno. Los dibujos de la loseta semejan piedrillas de río, y son pequeñas como el azulejo veneciano que cubre la fachada del edificio.
Además, volví a pintar las paredes, esta vez con pintura comex y de un color más claro, que dió la sensación de amplitud. Finalmente hicimos nuestra primera parrillada!
El jardín ya ha madurado bastante, tengo dos pasionarias, tres enredaderas cisus, geranios, tres hortensias, dos bignonias rosadas (podranea ricasoliana), varias sábilas y una bugambilia. Son las plantas que más han soportado el clima de la ciudad y mis ocasionales periodos de trabajo pesado y negligencia, cuando puedo no subir a la azotea en una semana o más, o que en temporadas de lluvias me confío de que están regadas.
Las plagas no tardaron en aparecer. Primero encontré una hoja en la pasionaria llena de gusanitos de mariposa blanca. Rápidamente quité la hoja, aún así, unos días después encontré unos ocho gusanos bien creciditos alimentándose de las pasionarias que quité con unas pinzas para colgar la ropa.
Si no hubiera subido y revisado constantemente mi jardín, esos gusanitos habrían devorado rápidamente la planta. Fue entonces cuando caí en cuenta de la importancia de pasearse diariamente por el jardín, aunque sean 15 minutos, pues detectar a tiempo una plaga hace toda la diferencia. Además de dedicarle una buena y larga mañana de sábado a revisar, podar, regar, y disfrutar de la jardinería.
Con la hortensia tuve problemas de hongos. Manchas negras en las hojas con una especie de polvito blanco. Lo resolví finalmente con un fungicida que compré en la Comercial Mexicana.
La arañuela roja apareció en la temporada seca de invierno en la pasionaria. Telarañas y puntos rojos en la parte posterior de las hojas que absorben los nutrientes de las hojas dejándolas secas.
Las telarañas se quitan fácilmente con un chorro de agua, por eso no aparecen en temporadas de lluvias. Tuve que comprar una manguera (que ya me hacía falta de cualquier manera) para rociar fácilmente las hojas altas. También le he estado hechando un insecticida comprado también en la comer. Las partes marchitas no han vuelto a sacar hojas, pero las puntas han renacido y sacado muchas flores.
Una vez, regando, ví cómo una araña se descolgaba rápidamente de la planta, escapando del agua para luego volver furtivamente a la planta. Pero la condenada no contó con mi astucia!
Aquí les dejo algunos rinconcitos de mi jardíncito secreto en la azotea.
Chacahua en la azotea 1 y 2